Los aromas de las flores son el resultado de la liberación de compuestos volátiles orgánicos, normalmente, mezclas de terpenos, derivados de ácidos grasos y compuestos aromáticos. En la actualidad se han identificado más de 1.700 tipos diferentes de aromas florales. Cuando acercamos nuestro apéndice nasal a dichas flores o pasamos por una zona en la que haya plantas en floración, tendremos, en la mayoría de las ocasiones, sensaciones agradables que incluso pueden hacernos evocar lejanos recuerdos de nuestra infancia. Es algo, no obstante, bastante subjetivo, pues hay personas que encuentran demasiado fuerte y, por ello, algo desagradable, la fragancia de los jazmines , por poner un ejemplo.Hay que advertir que nuestro olfato tiene receptores ultrasensibles que son capaces de detectar concentraciones moleculares en el aire de una parte por mil millones, aunque en determinadas circunstancias se saturan. Por ello, somos capaces de acostumbrarnos a un olor desagradable si estamos continuamente expuestos a él (lo que sucede por ejemplo con las personas poco amigas del agua y del jabón) o cuando estamos trabajando a diario en una pescadería.
Las plantas no florecen para darnos placer, sino para atraer a multitud de insectos (por su inmensa diversidad y número son los principales polinizadores) con el objetivo de reproducirse. Además de los aromas, las flores presentan otros tipos de mecanismos y estrategias evolutivas no solo para la reproducción sino también para la defensa: forma, color, textura, estructura y néctar. Así, en la naturaleza encontraremos entre plantas y otros seres vivos, interacciones de tipo visual, olfativo, acústico y térmico.
Existen diferencias entre los perfiles de los aromas florales, que han evolucionado para determinadas especies. La combinación y concentración de los diferentes compuestos químicos producidos por las flores, es distinta para cada especie, aunque se pueden compartir algunos componentes en bastantes familias, formándose lo que se conoce como «código de aroma». Resulta apasionante, asimismo, comprobar la alta especificidad que cada especie polinizadora tiene por un determinado aroma expresado con patrones dinámicos de emisión y composición química. También encontramos aromas florales que imitan las feromonas de insectos para poder ejercer una atracción de tipo sexual.
fotografía © Carlos Casabona
Hay flores, como la que presentamos en este artículo, la Estapelia Grandiflora, que emite aromas desagradables ( para nuestra nariz humana) similares a materia orgánica en descomposición, cadáver y estiércol. Los compuestos químicos responsables de estos «aromas» tan atractivos para la especie «Diptera» (con más de 150.000 representantes entre los que se encuentra la mosca común) son: metilmercaptano, indol, escatol, putrescina (1,4 butanodiamina) y cadaverina (1,5 pentanodiamina).
Las moscas, atraídas por este tipo de aromas —y por el color de este tipo de flores—, se posan sobre las mismas porque creen que al depositar en ellas sus larvas, obtendrán posteriormente el alimento necesario; este hecho se conoce como sapromiofilia o polinización por engaño. Otras especies de plantas en las que se emiten compuestos volátiles similares son las Ceropegiae, Asclepiadacea y Magnoliaceae (en la imagen inferior podemos apreciar una bella magnolia que se corresponde con un subgénero en el que la fragancia de su flor dista mucho de ser hedionda)
El estudio de las interacciones entre polinizadores y flores es un campo apasionante de investigación ya que además de estudiar con métodos cada vez más exactos la composición y especificidad entre ambos grupos, la importancia económica que puede aportar todo este tipo de trabajos en la agricultura plantea retos de indudable alcance que harán aumentar la producción y disminuir las plagas. El siguiente reto estriba en la manipulación de genes que expresen todo este tipo de compuestos volátiles para el beneficio del ser humano, ya que casi una tercera parte de la producción agrícola del mundo depende de la polinización por parte de insectos y otros animales.
Voy a ser sincera. No he leído el post, pero viniendo de quien viene, se que la información es totalmente contrastada y fiable.Seguid así.
Y entre todos acabemos con esos post, tipo las pepitas de calabaza en remojo son buenas para bajar el colesterol. Porque lo digo yo, o la medicina tradicional ayurvédica o ……vaya usted a saber.
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Gracias por tu aportación y por tu apoyo.
Esperamos que nos sigas visitando con asiduidad y plasmando tus opiniones.
Saludos.
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