Coca-cola no es «la chispa de la vida».

Hola, soy Juan Carlos Montero. Soy Dietista-Nutricionista.

NO considero saludable, ni siquiera de manera ocasional, el consumo de bebidas azucaradas, y en concreto el consumo de Coca-Cola.

Muchos son los buenos divulgadores que se han encargado de explicarnos que es el azúcar, y las «bondades» que supone su consumo para nuestro organismo. (Aquí, Aquí)
Por tanto, lo único que voy a pretender en estas líneas es opinar de manera individual.

Allá vamos:

Una mala alimentación, ya sea por exceso o por defecto, nos hace enfermar. Ergo, como profesional sanitario, y especializado en alimentación, no puedo dejar pasar la oportunidad de posicionarme y denunciar todo aquello que no contribuya a una mejora de la misma.
Repito, tomar bebidas azucaradas nos hace hace enfermar ( Obesidad,Diabetes, caries, osteoporosis, gastritis, etc…). La evidencia científica lo está demostrando. Así es y así tengo que decirlo.

Fíjate en España, los resultados claman por sí solos, en 2013 se consumieron 1001,8 millones de litros de refrescos de cola, 22,1 l por persona según MAGRAMA. ¿de todos esos litros cuantos son de Coke? Apuesto que la mayoría. Las encuestas de consumo y los estudios comunitarios no nos dejan en buen lugar. Consumimos mucho azúcar, comemos pocas legumbres, y todo indica que, por lo general, nos cuesta llegar a las 5 raciones diarias de fruta y verdura. Puedes consultar la Encuesta de consumo ENIDE o el reciente estudio ALADINO.

Si queremos mejorar nuestro futuro y convertirnos en una sociedad más sana, toca divulgar para que se conozca cómo debemos comer y la alimentación contribuya a la mejora de nuestra salud. Para eso, lo primero, y realmente urgente, es luchar por los más pequeños; recuerda que España cuenta con el sonrojo de ser el segundo país de Europa con peores cifras en cuanto a obesidad infantil se refiere. ¡Olé! Y eso que tras muchos años subiendo en el escalafón parece que empezamos a revertir la situación , ¡¡¡ o eso han querido que creyésemos !!!
Mi profesión (y me atrevería decir, cualquier otra profesión sanitaria), debería tener entre sus fines ofrecer la mejor información y consejo en relación a alimentación, basados siempre en la evidencia científica , y creo, aunque a veces no esté de acuerdo con algunos criterios “oficiales”, que la comunicación científica, y muy especialmente la sanitaria, debe estar fuera de sesgos y especialmente libre de conflictos de interés que pueda interferir en la veracidad, claridad y sencillez del mensaje.
Pues bien, recientemente, nos enteramos de que Coca-Cola se ha encargado de untar a científicos de prestigio para difundir mensajes de salud equivocados, pero que les beneficiaban a nivel empresarial y económico (#CocaColaPapers).

Mi simpatía hacia la marca sigue cayendo en picado, pero continuemos, que aún hay más tejemanejes: Esta empresa y otras similares se empeñan en controlar las políticas sanitarias de los países, y para ello utiliza todas sus influencias, influencias que condicionan decisiones políticas y sanitarias (ocurrió en Catalunya hace 3 años y ha vuelto a suceder recientemente en Portugal).

Cansado me siento cuando intentan convencernos de que el ejercicio físico es la solución a cualquier tipo de alimentación malsana, como Coca-Cola que ha declarado recientemente en un tweet, «alimentación aburrida”. Tanto Coca-Cola como otras compañías similares suelen incurrir en comportamientos que se podrían tildar perfectamente de terrorismo sanitario. Ya sabes que según ellos podemos comer de todo pero en su justa medida, ya que no hay alimentos buenos y malos, y una caloría es una caloría, bla, bla, bla… está ampliamente demostrado que este discurso es viejo, equivocado y caduco.

Criterios no sanitarios: Sostenibilidad, medio ambiente y sociales

Cuando me quito la bata blanca, soy un ciudadano de a pie, y es cuando me fijo en otros aspectos de esta empresa distintos a los puramente sanitarios, como son los ambientales, los sociales y los económicos.
Personalmente creo que tenemos la responsabilidad de cuidar la casa en la que habitamos, y que cuando atropellamos o hacemos mal uso de los recursos naturales, nos estamos haciendo un flaco favor. Parece ser que la conciencia medio ambiental de Coca-Cola también está en entredicho. No solo lo pienso yo, universidades como la de Atlanta, Toronto, California, Berlin o Irlanda han expulsado a la compañía de sus campus.

En concreto, quiero cuestionar el uso que Coca-Cola hace del agua y de los acuíferos. Es importante que recordemos que el agua es un recurso renovable, pero no inagotable. Hoy en día, existen serias dudas sobre cuál será la evolución de este recurso, tan necesario para sobrevivir ahora y en el futuro. Por este motivo, es importante tomar conciencia y no gastar agua de forma indiscriminada y sin control. Se sabe que para producir un litro del refresco se utilizan aproximadamente 2,5 l de agua, sumémosle el agua que se utiliza para la obtención de su ingrediente principal, el azúcar. El resultado al cabo de un año son tantísimos litros que daría para que bebiese agua todo el planeta durante varios días.

Con tan solo poner en Google las palabras “coke water exploitation” aparecen más de 360.000 artículos en 0,22 segundos donde la compañía Americana no queda bien parada por su mala praxis con acuíferos en la India, México y El Salvador. La gran paradoja es que los vecinos de los municipios afectados observan cada día el vaivén de camiones cargados de Coca-Cola, mientras que un amplio porcentaje de los hogares tienen un difícil acceso al agua potable, o el suministro no llega de forma continua. De hecho, en los municipios donde las embotelladoras trabajan sin descanso hay más Coca-Cola que agua. Otra cosa es la opinión de la propia marca, que lógicamente procura vender una imagen totalmente distinta y comprometida con la sociedad. Si bien Coca-Cola hace un uso discriminado de este recurso tan valioso como es el agua, no debemos olvidar que la mayoría de procesos industriales implica el uso de agua, de ahí que la recomendación vaya más allá en relación al consumo de alimentos poco procesados, de proximidad y de temporada. Tú eliges.

Hay otro motivo más que me hace mirar a la empresa de “la chispa de la vida” con recelo: A principios de 2014, Coca-Cola Iberian Partners presentó a los sindicatos un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectaba a un total de 1.250 trabajadores y comunicaba el cierre de cuatro de sus once plantas en España (Fuenlabrada, Alicante, Palma y Asturias).

Un ERE, en mi opinión, avaricioso e insensible de una empresa con un ingente volumen de beneficios y en la que hoy por hoy, tiene sobradamente viabilidad económica asegurada, tanto en términos económicos como a nivel organizativo y productivo ( muy a mi pesar). A mediados de 2015, tanto la Audiencia Nacional como el Tribunal Supremo se pronunciaron con rotundidad, el ERE fue declarado nulo y la empresa obligada a readmitir a los trabajadores. A día de hoy, aunque los trabajadores han sido readmitidos, el caso no está cerrado del todo.

Mi decisión, mi criterio:

Tras la exposición de todos estos datos, toca reflexionar y tomar una decisión.

La evidencia es clara, las bebidas azucaradas son la principal fuente de calorías vacías en la dieta de los jóvenes (y no tan jóvenes) y contribuyen directamente a la aparición de enfermedades relacionadas con la alimentación, incluidas la obesidad y la diabetes. Personalmente, soy un defensor a ultranza de la libertad y de la responsabilidad individual ( en el caso que nos ocupa, del consumo de productos de alimentación). Sin embargo, creer en esa libertad se antoja complicado cuando, por ejemplo, es sabido que las empresas de refrescos solo en EUA y en 2013, se gastaron 866 millones de dólares en publicitar sus productos en todos los medios de comunicación. Está claro que ellos son libres de bombardearnos y machacarnos, tienen muchos medios pero sucumbir o no, está en nuestras manos. Hay que reconocer que se antoja una tarea muy difícil y, que por tanto, no deberíamos caer en juicios de valor sobre el comportamiento individual. Por eso existe la divulgación libre, para empoderar a la población en relación a la toma de nuestras propias decisiones.

Como personal sanitario y persona corriente que viste y calza, mi consejo es que lo mejor que puedes hacer es NO beber Coca-Cola. Por tu salud y por la del planeta, aunque otros no lo crean necesario. Lo siento si te parezco un “Water-Party” o “Talibán” de la alimentación. Créeme, para mí sería mucho más sencillo unirme al discurso fácil de “un refresco de vez en cuando no pasa nada” o “ si estoy delgado y hago deporte me lo puedo permitir”, o el recurrente: “no hemos venido a este mundo para sufrir”…realmente todos estos son pensamientos saboteadores en contra de tu propia salud.

Penúltima puntualización, ¿qué le pediría a a Coca-Cola si fuera consumidor de sus productos?

  1. Me gustaría que hiciese productos más saludables y que cumplan las máximas garantías de Salud. Entiendo que les será difícil por la propia esencia del producto. Incluso en sus versiones light o Zero, ya que los edulcorantes también están en entredicho como alternativa saludable.
  2. Sería imprescindible que sea respetuosa con el medio ambiente y con las necesidades hídricas del planeta.
  3. Sería ideal que sus estándares de calidad, tanto sanitarios como laborales, sean excelentes y de plena garantía.
  4. No a la doble moral. La estrategia de publicidad y marketing debe ser otra. Patrocinar carreras deportivas para recaudar fondos contra la diabetes como ha ocurrido en Madrid, anuncios de televisión, prensa y radio dirigidos a niños y niñas, la campaña www.fatigayconduccion.com, o la actual campaña de donación de sangre de la que Coca-Cola es patrocinador.

Creo que este último punto es importantísimo. Me parece fundamental que los politicos elaboren leyes efectivas y sin resquicios. Nada de autoregulación como ahora.

Una última cosita…

Ahora me dirás que eres de Pepsi, sobra decir que los nefastos efectos sobre nuestra salud son extrapolables a cualquier refresco azucarado o con edulcorantes. Incluyo por si tienes dudas a cualquier bebida energética e incluso a los batidos lácteos. Todos cargados de azúcar.

Nada más, ya conoces mi consejo, ahora ya la decisión es tuya. Con este texto te invito a que reflexiones e incluso a que debatamos ( tienes los comentarios de este blog a tu disposición). Mi intención no es otra que la de conseguir estar informados para ser consumidores responsables.

¡Ah! y claro que hay alternativas: ¡BEBE AGUA SIEMPRE! #DrinkWaterMyFriend

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